Relatos

Una exploración del alma humana en lo que de más oscuro hay en ella, pero sin caer en el cinismo ni en el moralismo. Pues el traidor (Judas) o el criminal (Gilles de Rais), aun siendo figuras del mal, son reflejos de cada uno de nosotros.

El beso de Judas - Lanza del Vasto
El beso de Judas

Más aún que el teatro, el relato es en Lanza del Vasto un género literario idóneo para la exploración de los aspectos complejos, incluso torturados de la condición humana. Los dos escritos principales dentro de este género son, en efecto, Judas y Gilles de Rais, personajes especialmente sombríos y bajo influencia del mal.

Sin embargo el autor no cae en un dualismo moral que nos alejaría de estos personajes al reducirlos a puramente maléficos. De manera muy sutil, Lanza logra hacerlos queridos al lector, llevando a éste a reconocerse en ellos. “Judas soy yo” –escribe en el prólogo del libro, es decir que este traidor está dentro de cada uno de nosotros.

El relato albergará, pues, una paradójica benevolencia hacia su anti-héroe, debida a un juego de espejos. Si el traidor soy yo, por lo menos en potencia, no puedo odiarle completamente. Debo comprender por donde el mal se infiltró en él y por lo tanto podría infiltrarse en mí. Debo también comprender que el mal no es la pura antítesis del bien, antes bien su caricatura y su desviación. Porque el mal, incluso el peor de todos, siempre se hace en nombre de algún bien y guarda algunos reflejos del mismo.

En estos recovecos del alma humana, por estos senderos peligrosos donde la libertad se pierde creyendo encontrarse, Lanza roza los abismos, y a veces se hunde en ellos como Dante en su visita a los infiernos. Pero en lo más negro del pecado del hombre, aún ve brillar una chispa de misericordia divina y santidad humana. Así pues la vida de Gilles de Rais, horrenda desde el punto de vista de la historia y de la moral, es revisitada por Lanza con comprensión y piedad.

Tal vez porque temiese haber ido demasiado lejos en este escrito, Lanza no lo publicó. El manuscrito (inacabado) de Gilles de Rais vio la luz pues de manera póstuma, al igual que dos novelas bastante corrosivas de su época de juventud: Idilio y Andrea del Castagno (2001).

Lanza del Vasto - Personaje bíblico
Personaje bíblico