Una velada inolvidable

André Lombard (1955)

Debía ser poco antes de 1980. Un amigo, Emmanuel Roché – nieto de Pierre-Henri Roché, el autor de Jules et Jim –, me invitó a bajar con él en moto a Aix-en-Provence para asistir a la velada de despedida de los Hermanos Jacques, que iba a tener lugar al día siguiente en el teatro de esta ciudad.

¡Qué noche! Sí, pues al final, en el hall de entrada, nos esperaba una gran sorpresa: un hombre de impresionante presencia estaba allí, sentado las piernas cruzadas directamente en el suelo, y muchas personas también allí estaban escuchándole. A decir verdad, dialogaban. Asaltados ambos por la curiosidad, tomamos asiento. Por supuesto, lo habéis adivinado: ¡se trataba de Lanza del Vasto!