Me impresionaba

Liet (1936)

Encontraba a Shantidas magnífico pero también me impresionaba mucho. ¡Me agradaba tanto acercarme a él y oírle hablar! ¡Me siento muy privilegiada de haber disfrutado tanto tiempo de su presencia! Pero no tuve ninguna entrevista personal con él, tampoco con Chanterelle, por cierto.

En un momento dado se planteó que Shantidas recibiera a cada uno como maestro espiritual y nos sentimos todos incómodos. No era su papel. En cambio todas sus charlas espontáneas después de la comida o en otro momento, ¡eran increíbles!

Irse no fue fácil. No lo hablamos con Shantidas y Chanterelle, ni con casi nadie. Me sentía culpable de abandonar el compromiso en el cual había pensado que pasaría mi vida entera, mas tuvimos que marchar para arreglar un asunto de pareja y también me sentía incómoda por no seguir la regla a la letra. La continuación fue de hecho muy dura y solitaria.